Jolyne, Fly High with Gucci

Se muestra como un one-shot donde Jolyne es la protagonista femenina encargada de esta colaboración. Esta edición fue en febrero de 2013 en una revista de moda femenina llamada Spur.

La historia comienza en un aeropuerto, donde Jolyne espera su vuelo hacia Tokio. Mientras observa el ir y venir de los pasajeros, recuerda a su madre poco antes de fallecer y se cuestiona cómo logró que sus prendas se ajustaran perfectamente a su cuerpo. Al girar la vista, se encuentra inesperadamente con un unicornio azul, custodiado por dos agentes del gobierno. En ese momento, Bucciarati aparece y le explica que el animal tiene un gran valor para el gobierno, por lo que le pide que lo busque.

Jolyne se niega, pero Bucciarati le muestra imágenes de vigilancia donde aparece junto al unicornio. Confundida, Jolyne se arrodilla y, al incorporarse, el unicornio ha desaparecido. El agente insiste en que lo entregue o será arrestada. Entre lágrimas, ella se rehúsa, abrumada por la situación. Justo cuando están por detenerla, nota que el unicornio ha reaparecido, oculto entre los pliegues de su bufanda. Al salir, se transforma en un majestuoso unicornio blanco.

En ese instante, Jolyne se convence de que todo debe tratarse de un sueño. Esta escena simboliza un mensaje de esperanza y empoderamiento.

Rohan Kishibe Goes to Gucci

Es otro one-shot donde ahora Rohan es el protagonista con esta colaboración. Esta edición fue en octubre de 2011 de la revista de moda femenina Spur.

Años después de su viaje al Louvre en París, Rohan Kishibe se dirige a Florencia, Italia, con la intención de resolver un enigma familiar relacionado con un bolso de la marca Gucci que perteneció a su abuela. El motivo de su curiosidad: la extraña capacidad del bolso para hacer desaparecer objetos valiosos. Cada vez que Rohan colocaba algo dentro y lo cerraba, el contenido desaparecía por completo. Intrigado, decide visitar la fábrica de Gucci para descubrir la verdad detrás de este misterioso accesorio.

Para facilitar su investigación, contrata a una intérprete que lo acompaña durante su visita. Juntos se reúnen con un maestro artesano especializado en marroquinería, Rohan realiza una demostración: introduce un billete de 50 euros y luego uno de 10 euros; al cerrarlo, ambos desaparecen sin dejar rastro. El artesano revela que el bolso es especial y que, si Rohan desea “repararlo”, debe comprender su naturaleza.

Tiempo después, la intérprete lo emborracha y le roba todos sus objetos de valor, excepto el bolso, dejándolo solo y desprotegido bajo la lluvia. Mientras deambula, encuentra un paraguas Gucci. Poco después, un auto se detiene y el conductor lo lleva a un hotel. En la recepción, le ofrecen la habitación más económica por 60 euros, pero Rohan no tiene ni dinero, ni identificación, ni pertenencias.

Cuando está a punto de irse, un hombre se interesa por su paraguas y le ofrece exactamente 60 euros por él. En ese instante, Rohan recuerda los billetes que había introducido en el bolso y finalmente comprende su verdadero propósito: el bolso no hacía desaparecer las cosas, sino que realizaba un “intercambio equivalente”. Al haberlo “reparado”, ese fue su último trueque. Con una mezcla de alivio y arrepentimiento, Rohan lamenta no haber puesto un billete de 100 euros en su lugar.